Una pasión desde la infancia
Por: Jacobo Marín Alzate
El 5 de enero del año de 2006, ocurriría algo magnífico en la vida de un joven llamado Jacobo Marín… Asistió a su primera corrida de toros y con el que para él fue el mejor cartel de una feria taurina de Manizales: los toreros que alternaban ese día eran César Rincón, Sebastián Castellá y Enrique Ponce.
Desde eso, a Jacobo se le metió en la cabeza ser torero, pero esto no fue más que un sueño frustrado. Tan frustrado, que a pesar de que su papá sabía que él podía jugarse su vida enfrentándose a este animal, hizo hasta lo imposible para que ese sueño “loco” se le cumpliera a su hijo, pero nunca logró conseguirlo.
El impacto de saber que ya no lo lograría, fue tan duro para este joven, que de inmediato le contó a todos sus familiares, sus amigos y sus allegados. Sin embargo, él, nunca se rindió y siguió adelante con su sueño y algo fortuito sucedió… Pudo empezar a entrenar y a formarse para ser torero en la Plaza de Toros de Manizales.
Pero ese primer día estuvo lejos de cómo él se lo soñó. Después de hacer la actividad física por toda la plaza, de trotar por todos los tendidos y demás, decidió sentarse en un estribo para recuperar aire y de un momento a otro, se le fueron las luces, cayó tendido en la arena y su cabeza solo se vio rebotando.
Este fue uno de los tantos sucesos que le impidieron seguir adelante su sueño, pero, sin embargo, ha tenido la oportunidad de torear en visitas a ganaderías, que realiza con el movimiento taurino del que hace parte llamado Tauro Joven.
Después de que todo esto pasará, intento e intento, pero se dio cuenta que realmente debía desistir de ese sueño por el que tanto luchó, por el que tanto empleo horas y horas de su vida para poder cumplirlo, pero por cosas de la vida no lo logró, así que busco otra alternativa que no lo alejara de la pasión que tanto amaba, así que tomó la decisión de estudiar comunicación social para ser cronista taurino.
Luego de eso, sucedió algo no muy agradable en su vida, como consecuencia de querer seguir adelante para conseguir su sueño, la muerte de su tío, el mayor influyente junto con su padre para seguir adelante con su sueño y lograr decirle a los demás que si se podía llegar a ser torero.
Después de esto fue tanto el impacto de haber perdido a su tío que era su segundo papá que tiro como se dice todo su sueño a la basura, puesto que al ver que su segundo papá como él le decía y aún lo sigue viendo todo se fue al piso ya que ahora no tenía a quien mostrarle y a quien decirle “lo logre y esto es por ti, para ti y gracias a ti”, pero al ver esto empezó a mirar que no solo ser torero significa ser taurino.
Un día de 2017 específicamente el 17 de Junio , estaban promocionando por el grupo en el que él hace parte, una excursión a la ganadería manizaleña Ernesto Gutiérrez ese día al llegar a la ganadería, el al entrar a la ganadería y ver tal majestuosidad se le alumbraron los ojos y cómo se dice coloquialmente “él estaba en su salsa”.
Luego de darse cuenta que el ganadero de esta ganadería iba a soltar un becerro, el sin duda alguna le dijo a su padre “quiero torear”, ahí logró tener su primera experiencia de por fin lograr su sueño de poder torear, pero esta vez no como torero sino como un aficionado que realmente ama la fiesta brava, que realmente quiere esta pasión.
Es tanto así que sus amigos y todos sus conocidos dan a conocer que él es la persona más taurina que puede haber ya que su tema de conversación toros por acá toros por allá ,sus amigos al ver que una persona como Jacobo por fin logrará cumplir ese sueño que tanto adoraba y tanto quería cumplir, les llego la satisfacción y la alegría tan inmensa porque él en algún momento quiso torear.
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